En el futuro esta prueba, que hasta ahora sirve para incriminar a un delincuente, permitirá conocer sus características y facilitar su identificación
Quienes ven en televisión las series policiales están familiarizados con el uso del ADN en medicina forense. Como las huellas digitales, el genoma de cada persona tiene marcadores individuales que lo distinguen. Un pelo, un pedazo de piel o un poco de semen son suficientes para identificar a la persona a la que pertenece. El ADN es utilizado en las cortes para comprobar la presencia de una persona en la escena del crimen o en un lugar u objeto que lo incrimine.
MÁS INFORMACIÓN
A diferencia de la huella digital, que a lo más puede indicar el tamaño de los dedos, el ADN, que contiene todo el código genético, concentra gran cantidad de información adicional. Para comenzar, la presencia o ausencia del cromosoma Y indica el sexo, pero hay mucho más. Desde que se secuenció el genoma humano los investigadores están buscando marcadores para diversas características físicas (ver esta página de fecha 1 de marzo del 2011). Ya se han ubicado lugares del genoma donde se producen los cambios causantes de algunas enfermedades genéticas. También los marcadores que indican la propensión a ciertas enfermedades, como la diabetes y el cáncer de mama.
A medida que se identifican más genomas, se va descubriendo relaciones entre sus variantes y las características físicas. Por lo pronto, los investigadores ya pueden decir con bastante seguridad el origen geográfico de un individuo por su genoma. Los rasgos raciales propios de un europeo, un habitante de Asia Oriental, del África subsahariana o de un nativo americano son distinguibles en el genoma. Los genetistas prefieren no usar la palabra ‘raza’, por no ser una definición científica, pero es posible detectar a qué grupo de etnias con un origen geográfico común pertenece el genoma; pero este contiene mucho más.
INVESTIGACIÓN CRIMINAL
La gran diferencia entre la huella digital y el genoma está en lo que se puede hacer con él si no hay un sospechoso. En el caso de la huella digital, no sirve si no hay con qué confrontarla. En el caso del ADN se puede tratar de perfilar al sospechoso con base en la información que da el genoma. Con este fin el Gobierno Holandés ha instalado una oficina en Rotterdam en la cual se investiga las características físicas que puede contener el genoma.
Por lo pronto, se ha logrado una prueba llamada Irisplex que estudia un determinado nucleótido del genoma para predecir el color de ojo. El sistema ha logrado un 90% de aciertos en cuanto a ojos azules y marrones. También se ha logrado un 90% de aciertos en el caso de ser pelirrojo y 80% en el caso del pelo marrón. También se está buscando un marcador asociado al color de la piel.
Por la longitud de los telómeros (extremos del cromosoma) del genoma, que parece acortarse con la edad, y por la huella en un determinado tipo de célula se espera poder determinar la edad. Por el momento el margen de error es de aproximadamente 10 años, pero se espera afinarlo. Los científicos que trabajan en esta investigación aseguran que el margen de error en cuanto al color de ojos y pelo es mucho menor que el que existe en el caso de testigos oculares.
PERFIL DEL CRIMINAL
La utilidad consiste en que, aun con el margen de error existente, el propósito de la investigación no es incriminar a un sospechoso, sino ayudar a la policía a encontrarlo. No se trata de una prueba incriminatoria, sino de establecer características físicas que ayuden en la búsqueda de un delincuente. Así, al encontrarse el ADN de un criminal, si este permite deducir ciertos rasgos físicos, será más fácil su búsqueda.
Los investigadores esperan que eventualmente un análisis del ADN permita hacer un perfil con las características físicas más saltantes. Por lo pronto, se sabe que los gemelos, que comparten el ADN, tienen características físicas casi idénticas. Esto es un indicio de que esas características son hereditarias y hace pensar que están marcadas en alguna parte del genoma. De lograrse ubicar y descifrar esos marcadores, se podría deducir las facciones, forma de cara, longitud de nariz, además del color de los ojos, el pelo y la piel. También se espera poder determinar si el sujeto es diestro o zurdo.
De lograrse esto a partir del ADN dejado por un criminal, sería posible hacer una descripción de sus facciones y características físicas. El tamaño es otra característica que eventualmente podría deducirse del genoma, ya que la estatura también parece ser hereditaria. Sin embargo, intervienen factores como la alimentación y condiciones externas que pueden alterarla. La idea es ubicar todos los marcadores que permiten deducir una característica física permanente. Una vez ubicados, se podrá deducir las características y hacer una descripción, incluso un retrato, de la persona en cuestión.
EL FUTURO
El jefe del laboratorio holandés, el genetista alemán Manfred Kayser, es muy cauto. En una entrevista a la revista “Science”, declaró que no ve “CSI” en la televisión ni lee novelas policiales. Su trabajo en genética comenzó por la identificación del sexo a través del cromosoma Y; de ahí en adelante se ha dedicado a la tarea de identificar marcadores genéticos. Su laboratorio, que incluye 15 investigadores, está dedicado a la búsqueda de estos marcadores de características físicas (fenotipos), de modo que puedan ser usadas para describir las características físicas de un individuo con base en una muestra de su ADN.
Según Kayser, todavía estamos lejos del momento en que por el ADN se pueda hacer un perfil que permita hacer el retrato de una persona. Sin embargo, los progresos avanzan a la par de la genética, cuyos métodos han abaratado y acelerado espectacularmente la investigación. Tal vez dentro de unos años el ADN dejado por un criminal permita hacer su retrato para la policía. Aunque ese momento todavía está lejos, sospecho que cuando entre en uso nos enteraremos primero por la TV.
FUENTE: ElComercio.pe
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