La creación, que se presenta en la revista Nature, abre las puertas a nuevos tratamientos para combatir la infertilidad masculina.
Así lo informó el portal Muy Interesante, que en su nota señaló que la producción de esperma (espermatogénesis) en mamíferos es un proceso largo y complejo, difícil de reproducir fuera de la naturaleza. Sin embargo Takehiko Ogawa y sus colegas extrajeron a los roedores tejido testicular entre 7,5 y 10,5 días después de su nacimiento.
Durante el cultivo consiguieron que las células espermatogonias se convirtieran primero en espermatocitos primarios y secundarios.
El esperma así obtenido fue usado en una fertilización artificial in vitro de 58 óvulos. Las hembras a las que les transfirieron los embriones tuvieron descendientes (machos y hembras) sanos y fértiles.
FUENTE: LaRepublica.pe
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